Somos capaces de elegir qué pensar, pero también decidimos cuándo y qué debemos olvidar

Neurocientíficos del MIT, encontraron que la capacidad que tiene el cerebro para controlar lo que se piensa, se encuentra en las ondas cerebrales de baja frecuencia conocidas como ritmos beta, estas ondas cerebrales, controlarían el momento en el que se debe expresar una información o se debe liberar espacio para que un nuevo pensamiento tome lugar.

El estudio fue desarrollado por el Instituto Picower para el Aprendizaje y la Memoria del MIT, por los investigadores Mikael Lundqvist y Earl Miller. Los hallazgos conducen a teorizar que los ritmos beta actúan como un mecanismo de control, que determina qué partes de una información se permite sea leída desde la memoria de trabajo, en palabras de Miller, “la función cerebral permite controlar el pensamiento consciente”, podemos elegir qué pensar, pero también podemos elegir cuando vaciar nuestra memoria y olvidar. También tenemos la capacidad de mantener ideas en mente y postergar decisiones hasta obtener más información.

El estudio registró la actividad cerebral del córtex prefrontal, lugar donde se soporta la memoria de trabajo. La prueba se realizó en animales entrenados para poder desarrollar actividades que implican el uso de memoria de trabajo. Los resultados muestran una interacción entre las ondas Beta y Gamma, actuando como un mecanismo de control volitivo, decidiendo sobre la propia conducta del cerebro, el ritmo Beta actúa como una señal que abre el acceso a la memoria de trabajo, con la capacidad de borrar lo que hay en ella y así dar paso a un nuevo pensamiento.

Estudios recientes han encontrado patrones similares de interacción entre los ritmos Beta y Gamma. Identificando las capas profundas del córtex prefrontal como el origen de las ondas Beta, y las capas superficiales, región que domina la información sensorial, y que emite las ondas Gamma.