Entrevista

Carlos Alberto Cano Gutiérrez | Director del Instituto de Envejecimiento

Carlos Alberto Cano Gutiérrez (Medellín, 1961). Médico Geriatra de la Universidad Complutense de Madrid. Vinculado a la Universidad Javeriana como profesor titular y Director del Instituto de Envejecimiento, es también, jefe de la Unidad de Geriatría del Hospital Universitario San Ignacio. Fundador del Centro de Memoria y Cognición, Intellectus. Director del programa de posgrado en Geriatría y Presidente del Comité ejecutivo de la Academia Latinoamericana de Medicina del Adulto mayor (ALMA).

Con una saturación de productos que aseguran devolver la juventud, se hace necesario un análisis reflexivo con sustento científico de qué significa el proceso de envejecimiento, un camino al que todos estamos condenados a seguir. El experto en envejecimiento, nos deja ver cómo ha de ser el inevitable camino que nos espera y cómo la investigación médica es un importante bastón para soportar el largo viaje.

 

 

P: ¿Cómo se conforma el Instituto de Envejecimiento?

R: El Instituto de Envejecimiento, pertenece a una de las Unidades Académicas de la Pontificia Universidad Javeriana en su sede principal en Bogotá, esta es un área de énfasis, tanto en educación, la cual es esencia de la Universidad, como en investigación.

La vejez no solo es una problemática de salud, es un problema de naturaleza múltiple, por ello la Universidad decide crear el Instituto de Envejecimiento, con extensión en el área educativa, de asistencia y de investigación.

P: ¿Cuáles son las líneas de investigación del Instituto?

R: Tenemos 10 líneas de investigación, que van desde lo médico clínico, hasta áreas no clínicas. Una primera línea es Clínica y psicopatología, que tienen que ver con enfermedades psicológicas y psiquiátricas que se presentan en el envejecimiento. Nosotros venimos de un grupo muy especializado en demencias, de hecho, la base del Instituto de Envejecimiento, era la Clínica de la Memoria, de allí conservamos líneas de investigación, por ejemplo, la Neuropsicología de las demencias, las modalidades de atención en salud mental y con énfasis en el área de la neurociencia, está la línea de Neurobiología del control del comportamiento. Esto en términos de la salud mental, social y pública, saliendo un poco del área de la enfermedad, tenemos otras líneas que tienen que ver con el desarrollo del Instituto, está entonces la línea de la Longevidad, que se ocupa de personas muy ancianas, de hecho, absorbimos un grupo de investigación dedicado a los centenarios, sus vicisitudes y situaciones particulares, en valoración, modelos de atención, e intervención. Una última línea a resaltar, es la de formación del recurso humano, donde se da la orientación hacia la capacitación.

P: Entremos en materia ¿Qué significa envejecer? ¿Qué le pasa a nuestro cuerpo con el correr del tiempo?

R: El concepto de envejecimiento es un concepto que no necesariamente se relaciona a la población anciana, es un proceso que va desde el nacimiento hasta la muerte, y ocurre en todas las etapas del trascurrir vital.

La fase fundamental, es entender que existen cambios durante el proceso de envejecimiento, y que se dan de forma diferente en el joven, en el adulto, y en el adulto mayor. Cada etapa tiene sus características y particularidades, modificaciones importantes, normales, esperables y aceptables, esto conformaría un proceso de envejecimiento normal.

En términos de la memoria, por ejemplo, los seres humanos estamos dotados de la memoria episódica, la cual se va deteriorando con los años, perdemos detalle de lo sucedido en nuestras experiencias personales, se vuelve más difícil ubicarlas temporal y espacialmente. Sin embargo, la memoria semántica, que hace referencia al conocimiento del mundo, es una memoria que se conserva con la edad, es más en la gente mayor está potenciada, es lo que llamamos la memoria de la experiencia. Así entonces, tenemos cambios que pueden ser exteriores como las canas o las arrugas, otros internos, como la capacidad de filtrar del riñón o el gasto cardiaco, y condiciones inherentes a la mente como la memoria. Este es el contexto en el que opera el envejecimiento.

P: ¿Cuáles son las enfermedades a la que estamos más propensos en la vejez?

R: Se tiene la errónea concepción de asociar el envejecimiento con la enfermedad. Una cosa es que se a más frecuente, y más probable encontrar enfermedades con los años, pero no todos llegan a la vejez enfermos, de hecho, estudios importantes demuestran que, a los 80 años, más de la mitad de las personas están completamente sanas, no tienen ningún tipo de alteración, y tan solo el 5% de las personas mayores a 80 años, tienen una limitación física o mental importante que les haga dependientes de otras personas.

En términos de conocimiento, es exitoso el asociar ciertas enfermedades con la edad. Enfermedades de tipo osteoarticular, como la artritis, se da de forma suficientemente frecuente como para hablar que la mayoría de las personas con más de 80 años pueden sufrir alguna enfermedad osteoarticular, sin que esto se considere una situación grave. De la misma forma se podrían relacionar otras enfermedades en este grupo de edad como la diabetes.

El mayor reto está en el deterioro cognoscitivo, el cual se manifiesta en personas de 65 años en un 3 o 5% de esta población, pero que aumenta notablemente al acercarse al centenario. En poblaciones cercanas a los 100 años, más de la mitad son propensos a sufrir algún tipo de demencia, para lo cual sea dicho de paso, no tiene cura, por tanto, preocupa dentro de las estadísticas de envejecimiento.

P: Siendo el deterioro cognoscitivo el mayor de los retos ¿Cuándo deberíamos realizar una valoración cognitiva?

R: La valoración cognitiva es un ejercicio que hacemos a diario, nosotros evaluamos a nuestros padres, sabemos qué dicen, si se equivocan, si estamos de acuerdo con sus análisis. Pero en términos de una valoración estructurada por un experto, estará indicada en personas con una queja subjetiva, por ejemplo, de pérdida de memoria.  Las personas que empiezan a notar cambios importantes en su memoria, que tengan repercusiones en su entorno social, laboral, o familiar, son personas que deberían acudir a una valoración médica, de forma que se pueda identificar si es un evento esperable por el envejecimiento o de lo contrario requiera una intervención diferente.

P: ¿Cómo debemos entonces prepararnos para la vejez?

R: Más que prepararse, la vejez es un concepto de vida. Mucho se ha especulado, pero con evidencia científica, no son muchos los estilos de vida recomendables que deben hacerse desde la juventud, por ejemplo, no fumar es un estilo de vida saludable dado que hacerlo es un factor de riesgo, lo mismo pasa con el alcohol, a estos se les puede sumar, el dormir bien, una dieta balanceada y un hacer ejercicio, son factores protectores que se traducen en un envejecimiento exitoso y activo.

P: ¿El ejercicio mental también es positivo para la vejez?

R: En las evidencias, empieza a aparecer que tener una mente activa y participativa parece ser la estrella, lo más importante es que podría evitar la demencia. Aquellos con un nivel educativo alto, o que hablan más de dos idiomas, indica que se puede convertir en un factor protector. Una especie de reserva cognoscitiva, que, a la hora de padecer demencia, puede que no se manifieste.

P: ¿Estamos destinados a sufrir de demencia?

Es una enfermedad dependiente de la edad, claramente es un factor de riesgo importante con la vejez, porque en la medida que van pasando los años va aumentando el riesgo de tener demencia.

P: ¿Existen tratamientos definitivos para la demencia?

R: No existe un tratamiento curativo para la demencia, existen medicamentos que de alguna manera pueden modificar el curso de esa enfermedad, estos pueden ayudar en situaciones muy particulares, pero no curan ni quitan la enfermedad, lo cual es un poco frustrante.

P: Finalmente, vemos a diario comerciales que ofrecen productos anti edad, ¿existe algún sustento científico en ellos?

R: La medicina antienvejecimiento, es un capítulo grande donde existen materias muy serias y otras de orden especulativo. Hay un temor inherente al ser humano, tememos a la muerte y rendimos culto a la juventud y a la belleza. Nadie tiene la respuesta para detener el envejecimiento, lo único que lo detiene es esa temida muerte.

No existe una fórmula para llegar a viejos con piel de jóvenes, es absurdo, hay que ser consecuentes con el transcurrir vital, y eso implica aceptar cambios.