A medida que los árboles crecen, absorben carbono del aire y lo almacenan en madera, materia vegetal y en el suelo, convirtiéndolos en lo que los científicos llaman “sumideros de carbono”. De esta manera, los bosques juegan un papel importante en el ciclo global del carbono al absorber una gran cantidad de dióxido de carbono que de otro modo viviría en la atmósfera. ¿Podríamos plantar suficientes árboles para absorber la cantidad de CO2 que se genera y en teoría, cancelar nuestras emisiones de carbono?
A la vez que los niveles de dióxido de carbono continúan aumentando, la plantación de árboles se considera desde hace mucho tiempo como una forma eficaz de retener el dióxido de carbono. Sin embargo, un estudio de la Universidad de Gotemburgo sugiere que los bosques situados en tierras pobres en nutrientes no serán un sumidero de carbono adicional a largo plazo. Esto se debe a que la absorción de CO2 por parte de los bosques disminuye a medida que envejecen. Además, cada vez que se plantan bosques, existe el riesgo de que se libere carbono adicional del suelo.
La capacidad de fijación de carbono de las plantas es un factor esencial para calcular los impactos del cambio climático a medida que aumentan los niveles de CO2 en la atmósfera. Este mismo estudio ha medido cuánta biomasa crece bajo el aire con niveles elevados de CO2 en varios experimentos de campo a largo plazo. Los resultados revelaron que la estimulación del crecimiento era deficiente o faltaba en plantas ubicadas en suelos pobres, en algunos casos después de solo diez años. “La biomasa total que se une al carbono no fue estimulada más por los niveles elevados de CO 2 en nuestros experimentos a lo largo del tiempo. Exactamente cuando se desaceleró el crecimiento dependía de varios factores, pero uno importante era la cantidad de nitrógeno que contenía el suelo”, comentó: Louise Andresen, Investigadora de la Universidad de Gotemburgo.
No obstante, William McDonough de la revista Dezeen, estuvo de acuerdo con la afirmación y agregó que existen otras razones para crear nuevos bosques además de la captura de carbono. Estos incluyen la protección de la biodiversidad, la conservación del agua y la prevención de la erosión, además de servir como bienes culturales y espirituales para la humanidad. “Creo que cuidar los bosques es algo esencial para la cultura”, dijo. “Hay tantas razones para hacerlo más allá del secuestro de carbono. Todavía vale la pena hacerlo incluso si las ecuaciones de carbono están un poco sesgadas porque se trata de un ciclo de 25 años. El árbol crece, muere, se convierte en carbono, sube, vuelve. ”
Un factor que no se ha tenido en cuenta anteriormente es que algunos árboles mueren prematuramente y, por lo tanto, dejan de fijar el dióxido de carbono, y su carbono se libera antes de tiempo. Debido a esto, se ha desencadenado diversas posturas sobre la capacidad de nuestros bosques para mitigar el efecto invernadero. “Ahora sabemos que los humanos no podemos simplemente silenciar nuestras conciencias plantando árboles; a largo plazo, en realidad no ayuda. Lo único que ayudará es que la humanidad reduzca sus emisiones de gases de efecto invernadero”, dijo Andresen.
“Esas no son buenas noticias, dado que los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera de la Tierra han aumentado de 380 ppm a más de 410 ppm solo en los últimos 20 años. Después de estos largos experimentos, sabemos más sobre cómo responde la vegetación a los niveles elevados de dióxido de carbono. Cuando se tiene en cuenta todo el ecosistema, la fertilidad del suelo y todo el ciclo de vida de la planta, muchos ecosistemas no aumentan la cantidad de carbono que unen”, concluye Louise Andresen.
Por lo tanto, no está claro que los árboles sigan absorbiendo CO2 indefinidamente si los humanos continuamos con las emisiones sin disminuir, debido a que Los árboles no solo necesitan dióxido de carbono, sino también nutrientes del suelo como nitrógeno y fósforo para crecer, los árboles necesitarán mucho más de ambos nutrientes para equilibrar sus dietas a medida que aumenta la concentración de CO2 en la atmósfera, lo cual podría influir en la la cantidad de CO2 que un nuevo árbol puede almacenar.
REFERENCIAS
University of Gothenburg. (2022, Septiembre 8). Planting trees not always an effective way of binding carbon dioxide. ScienceDaily. Recuperado: 25 de Septiembre, 2022 de www.sciencedaily.com/releases/2022/09/220908100026.htm.
Julia Maschler, Lalasia Bialic‐Murphy, Joe Wan, Louise C. Andresen, Constantin M. Zohner, Peter B. Reich, Andreas Lüscher, Manuel K. Schneider, Christoph Müller, Gerald Moser, Jeffrey S. Dukes, Inger Kappel Schmidt, Mark C. Bilton, Kai Zhu, Thomas W. Crowther. Links across ecological scales: Plant biomass responses to elevated CO2. Global Change Biology, 2022; DOI: 10.1111/gcb.16351
Fairs, M. (2021, 5 de julio). Planting trees «doesn’t make any sense» in the fight against climate change due to permanence concerns, say experts. Dezeen. Recuperado: 25 de septiembre de 2022, de https://www.dezeen.com/2021/07/05/carbon-climate-change-trees-afforestation/
